Artículos Francisco Umbral

Suárez


Cuando la movida sobre el debate del estado de la nación, Suárez, Adolfo Suárez, el duque de Suárez, pidió la única cosa seria, utópica y galáctica del rollo: el desmantelamiento de todas las bases de Estados Unidos en España. Sería una manera de librar a USA del yugo español. Les tenemos aherrojados en Torrejón, en Zaragoza, en Rota, en Palma, frente a la casa de Camilo. Los tenemos como gendarmes mal pagados de la seguridad y la salvación moral de Europa, y no hay derecho. Suárez ha roto una oportuna lanza de papel por la liberación de los Estados Unidos. Pero nuestros gobernantes son despóticos y no quieren. Una fuerza política nace cada semana en España. La democracia española supera los quinientos partidos. Y este mogollón ideológico, naturalmente, requiere orden, un orden que sólo pueden imponer los portaaviones USA. Escribo esta crónica en el Café Maravillas, viendo a la maravillosa Loles León, que saca el muslo izquierdo de madrugada, interpreta, caricaturiza, baila, canta, llora, ríe, hace teatro. Y esta paz se la debemos a la Sexta Flota, o a la Quinta, o a la que sea, claro. El PSOE rechaza el ingreso de la mujer en el Ejército. Razón que le sobra. La mujer ha nacido para hacer de Loles León en el Maravillas. Asimismo, asistimos a una vindicación del gato callejero (yo tengo dos, tigres de mi dacha), a la liberación pública del beso lascivo, a la revalorización del latifundio y a la calumnia de la mantequilla. Todo esto, lo bueno y lo malo, se lo debemos a la paz romana de USA. El MC sale ahora con que le sobra mantequilla española, sin duda porque aquí sólo la utilizamos Para hacer tostadas y anuncios, y no para usos más prácticos/fácticos, como Marlon Brando. Pero Brando y Hollywood cumplen cien años. Hollywood veló nuestro sueño con sus pelis y las bases lo velan con sus misiles. Si es que están siempre pendientes de nosotros. Reagan es una madre pionera con el rifle contra un pecho y el mamoncillo -español, griego, alemán, lo que sea- contra el otro. Pero ya nos hemos comido todos los tomates Campbell's del ociso Andy Warholl y empezamos a redescubrir un arte no enlatado. USA nos alimentó con aquellos tomates cuando teníamos hambre de happening, cuando el happening no era más que hambre. Hemos utilizado abusivamente a los usas. Suárez dice que se vayan. Alguna vez hay que libertar al esclavo. La orfandad USA pudiera coincidir con la visita de Gorbachov a España, según gestiones de nuestro admirable Fernández Ordóñez. Más he aquí que tampoco queremos tiranizar al oso soviético (la nuestra es la tiranía de los débiles), ni queremos sus protones en España. Sería demasiado amor. Presidente González ha defendido una industria de armamento (la nacional) sin matices ideológicos. Eso. Que el sentimentalismo se quede en las facturas. Que nadie nos ame ni proteja demasiado. Pero los italianos dicen que ya tienen muchas bases y USA desmiente que vaya a transferir a Portugal su ternura por España. ¿Y adónde se va a ir el padrazo Reagan con todo su material? Es como la criada de toda la vida, que lleva un siglo en la casa, y no nos acostumbraríamos a vivir sin él. El duque de Suárez se equivoca. Él nos dio la madurez política, pero no la madurez galáctica, que es otra cosa, y la nurse interespacial es Reagan con cofia. No vamos a cambiarle ahora por Gorbachov, que canta las nanas en cirílico. Seguro que los yanquis se quedan. Les tenemos dominados.

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