BEBE 2000
LO QUE MENOS IMPORTA ES la fecha, el motivo, la superstición, el milenio. Lo que importa es esta hermosa floración de vientres que se está dando en toda Europa (aquí las azafatas de una compañía aérea inglesa). En tiempos de sequía genital, cuando las estadísticas y la calle restringen el nacimiento de niños, una mera fecha, un convencionalismo, el 2000, ha servido de big/bang, de estampida natal, para que las europeas, y más que las europeas, de la adolescente con impaciencias a la madura con esperanzas, se hayan puesto a incubar intensamente. Lo que no han podido las campañas premamá lo ha podido una fecha tonta, un convencionalismo del calendario, la magia mediática del 2000. Media Europa preñada y la otra media buscando con quién, todas a por el Bebé 2000. Al mundo sólo lo mueven las pequeñas razones, las causas ingenuas. Viña de vientres, melonar de madres, esta hermosa foto de las chicas de British Airways. Que se críe sanito.
